[Cultura rock]
La vuelta de la máquina de rock.
(Simpática Ironía)
El sábado 9 de Abril a las 23 hs, la formación Simpática Ironía junto a Porfiados volverá a los escenarios de Piano Pancho Bar. Después de un parate de meses y de tocar en dos presentaciones, la Hora de San Nicolás y en Plaza Sarmiento en conmemoración del los 40 años del golpe militar, vuelven a presentar un show completo de sus temas propios, con miras a un próximo cd con su primer obra.
La comparsa de las máscaras.
Ir y volver puede ser la perfecta ironía.
Quiebre inclaudicable en los tiempos de los elefantes, donde el caos brinda a su salud y se cobra el cadáver de más de una formación, de zombis o de empalagosos ángeles, eso no importa.
Y empiezan las correrías. Risitas cómplices, de ver pasar y seguir mirando la tele, de tener metido bajo la piel el corazón de alguna zorrita, sería algo así como usar de mesa la tapa del inodoro.
Simpática ironía es el vómito de la propia tragedia. Nada tienen que ver con la internet. Brillan esquivando los satélites y saben lo que hacen en el espacio contaminado de tanto teatro y tanta composición.
Ese flaquito de vos quebrada y chillona en algún tiempo le sacó melodías a un hueso, lluvia psicodélica que lleva al máximo de una teatralización donde dos brazos de fideos parecen dislocarse del cuerpo, marioneta de trapo de un mundo donde no se soporta. El que toca la viola es el dueño de la brillantina, charlan sus cuerdas con la escena contemporánea, atiza el fuego y vibran los llamados al ritual donde se mescla la danza, la desnudez, la miel y el sacrifico. Entre los dos invocan los fantasmas que datan de una tradición que han heredado más allá del grabador o el cd o el video clips, que late en el rojo de sus genes y en los truenos que rompen sobre una historia particular. Los otros dos al costado del barco se encargan de pelear con las sirenas. El pez globo con sus parches y sus latas, el hombre recto del bajo, construyen con sus orejas las paredes que sostienen la escena, con el mérito de no tirar en la mescla ni una granito de arena que sobre.
Loca yo no estoy tan mal, ya lo pensé muy bien, algo tenía que pasar, algo tenía que suceder, cuando la música es lo más, cuando no se necesita más. O a caso díganme ustedes, estómagos saturados de conservas que ofrece el Dios mercado ¡¿no es la ironía una de las formas más sensuales de la humanidad?!
Patinar entre los Beatles y los Stones y tener voz propia no resulta tarea fácil. La fácil es caer al abismo de los pañuelos y los flequillos y quedar ahí colaborando al conjuro del reciclado que aplasta a los mejores espíritus de esta generación. Porque el rock es libertad, no cárcel. Sacar el pico afuera e ironizar es la posición más inteligente: el tiempo hará lo debido.
Y ahí van entonces tarareando por la cornisa borrachitos de felicidad.
Yo no quiero ver la noticia cegadora. Todo lo que te tapa te hace mal. Posta te digo mirame las llagas, las heridas, los estigmas del aburrimiento contemporáneo. Un búfalo enfermo de los nervios dijo una vez, que el hombre dejará de masticarse cuando pueda reírse de sí mismo. Por eso Simpática Ironía es la conjunción de un festejo a la vida y de mirarse embetunado de mierda.
Y claro, reírse en el intento.
El negro París.
Voz: Leonardo Boragina.
Guitarra y coros: Santiago Pedrazzoli.
Bajo: Leonel Mansilla.
Batería: Nahuel “el pez”
