I
En una oportunidad un contrabajista amigo me dijo que así como cualquiera puede componer una canción, también cualquiera puede ser un poeta. No es necesario seguir las reglas de la semántica, como tampoco, en el caso de la obra musical, haya que respetar ciertas reglas de la armonía. Se me ocurre esta palabra: “amorfo”. Se me hace que significa sin forma (luego la buscaré en el diccionario) pensando en esto, creo que esa “amorfosidad “cotidiana de lo que soy es la consecuencia de este relato…
¿estoy obligado a decir algo más?
¿me podré retirar?
¿lo podré seguir luego?
II
Siempre imaginé el cuento de Las mil y una noches como una larga canción que no tiene un final. No me gustan los finales. Las canciones luego de escucharse por un período largo de tiempo, terminan aburriendo. Puesto que ya sabes todo del principio, nudo y desenlace, pero qué hay si halláramos una canción que no tuviera final? Nunca nos cansaríamos de escucharla o más bien, nunca nos aburriríamos por monótono que fuera, sería como seguir los capítulos de Lost o de los Expedientes secretos X. Las cosas no deberían terminar, deberían ser un to be continued constante.
To be continued...
Apuntes de un melómano

III
El Salbutamol es una droga para los asmáticos.
Vivo en una ciudad al norte de la Prov. De Bs As. Acá la mayoría de la gente es de religión católica. A pesar de haber sido bautizado y de haber tomado la comunión, no me siento uno de ellos. Me transpiran los pies, siempre me transpiraron los pies y me hincha las pelotas el asma. Mí asma. Realmente me tienen podrido. Las dos cosas, el sudor de mis pies y el asma. Puesto que uno conlleva al otro, me sudan los pies me agarra asma. Mi reloj celeste que encontré en el barrio de La Boca, no anda sin pilas, entonces, la única brújula de tiempo posible, es mi celular, pero claro, sin batería tampoco funciona.
Por suerte o por desgracias tengo un vecino que siempre pone la misma cumbia a la misma hora, con el mismo volumen, todos los santos putos días, entonces sé que es la mañana. Mi otro vecino, es el que ya me ha despertado, tirándome la puerta abajo para decirme que Orko se ha cruzado al patio de mi casa, que es un perro idiota y que por favor se lo devuelva…Mientras pienso que se me ha acabado el Salbutamol, salgo al patio a buscar al idiota de Orko…Orko no era ni tonto ni idiota, pues había dejado de serlo. Quizás haya sido en el instante en el que demoré en atender la puerta, escupiendo catarro en el tarro que tengo al costado de mi cama….EL POBRE Orko estaba flotando en la pileta de natación de mi patio. Lo recogimos y su dueño se lo llevó. Ese día me había levantado con el pecho cerrado. Ese día salí de casa pensando en el idiota de Orko y dónde podría conseguir un poco de Salbutamol.
IV
Por las mañanas hay que descansar las alas y por las noches salir a volar, al que vuela Dios lo ayuda….
y al que no se lo cogerán.
Texto: el talentoso gancho narigon orejudo Ilustracion: Chimulay
