Las trenzas de Calipso.
"Calipso devora héroes caídos,
enfermos en desgracia.
un bolígrafo, el No.5 de
Pollock, un africano.
Y luego vomita palabras
siempre palabras".
Magallanes
Anoche, luego de un episodio en donde me sentí de ánimo particularmente destructivo, vi la foto de un flaco con el que nos comunicamos siempre por medio de caritas (stikers). Tiene un problema psiquiátrico medicado pero me resulta de una ternura increíble.
De pronto vi una foto suya, media cara, tumbado sobre la cama y me sentí sola y desamparada al ver su tristeza y desamparo. Empecé a llorar.
Le dije que me daba mucha tristeza verlo así, pero que no era lástima. Me respondió que se le iba a pasar tomando más mate. Me pasó unos audios con sus temas (es músico) y me dijo que los escuchara, ya que "la música hace bien". Le comenté que me había dado por llorar y que me iba a acostar. Me dijo entonces que sigamos por WathsApp, que la luz del monitor le hacía doler la cabeza.
Me dijo lo siguiente: (extracto):
-Hey, soy yo. No llores, todo va a estar bien.
-Sí, al menos ahora me distraje y paré. Me arden los párpados ya. Gracias.
-¿Qué pensás cuando llorás?
-No sé, siento tristeza.
-Hace bien llorar. Yo no lloro hace mucho.
-Yo tampoco soy de llorar. No me gusta ni me nace, pero de vez en cuando lloro por todo lo que no lloré.
-Estás buena, Caro, no llores.
-¿Qué quiere decir eso?
-Que sos linda, no llores.
-¿Las lindas no lloran?
-Bueno, llorá, pero sos linda.
-Gracias, tal vez me decís eso para que me ponga contenta. No lloro más, en serio.
-Está bien llorar. Es mejor llorar que no sentir. El tema es ver que te pone triste.
-Me puse mal de golpe.
-¿Por mi foto?
-Primero me enojé, después se me pasó el enojo, luego vi tu foto y me puse a llorar de a poco, de a poco y me puse triste.
-Pero porque justo salí re deforme. Estoy bien, comí milanesa a la napolitana. Me tomé un ibuprofeno.
-Jajaja. Vos sí que me hacés reír de verdad. Saliste re tierno.
-¿Cuántos años tenés vos, 45?
-No, 41.
-Ah, sos una pendeja.
-Puff. ¿Y vos cuánto tenés?
-¿Cuántos creés que tengo?
-32.
-Sí, tengo 32, cumplí hace poco. ¿Vos vivís de la enseñanza?
-Sí, trabajo en cinco escuelas. Todas horas desparramadas.
-Grosso, eso es muy bueno. ¡Cinco sueldos!
-Nooo, ojalá, jaja.
-¿Estás en la cama?
-Sí.
-¿En bombacha?
-Ni se te ocurra. Sos loco.
-No te enojes.
-¿Te acordás cuando fui a San Telmo? Vos me preguntaste qué hacía. Yo te dije estoy volviendo a lo de mi amiga y vos me escribiste: Veny a dormyr conmygo.
-¿Por qué no viniste?
-Jajaja, yo no sé dónde vivís y aparte no te conozco.
-Bueno, ¿puedo escuchar tu voz?
-¿Te parece?
-Sí, dale, mandame audio.
-Audio.
-Tenés tonada, jaja.
-Sí, pero es una tonada barrial, no provincial.
-Docente de Buenos Aires, me caés bien. Creo que me voy a tomar una pastilla para dormir.
-Bueno, que descanses.
-Hasta mañana, no llores.